El esfuerzo tuvo su premio al final… con la igualada in extremis, que deja todo igual: Rápido 1-Barco 1

Publicado por: Rápido de Bouzas

Menos mal que logramos igualar el partido con el crono muy cerca de escuchar el pitido final… el gol rapidista (que fue un auténtico golazo) era festejado por el Baltasar Pujales… como si de una victoria se tratara… y es que en honor a la verdad, así fue… porque los de Valdeorras, que no se habían hecho merecedores a llevarse los tres puntos, no se salieron con su propósito y las tablas aún sin ser justas; si lo fueron mucho más que una victoria visitante.

Con la derrota del Ourense Club de Fútbol en manos del filial lucense, del Polvorín, en otro de los partidos aplazados en su día… como cantó Julio Iglesias en el Festival de Benidorm con sabor sesentón: LA VIDA SIGUE IGUAL, que visto lo visto… tampoco es poco

Comenzaban bien las cosas para el Rápido… con un penalti claro que el juez de la contienda entendía sin titubear como pena máxima… los fantasmas de la crisis rapidista aparecieron de nuevo: Adrián, que era el que había provocado el penalti… lo marró al tirar inocentemente a las manos del cancerbero ourensano. Nuestro gozo en un pozo, y de nuevo a sufrir.

A partir de aquí el antifútbol… lo que se llama patadón y más patadón, pérdidas de tiempo permanentes, y actitudes teatrales en exceso de los rojillos. El único pecado del trío arbitral… que por lo demás estuvo francamente bien… fue el no saber cortar con un par de amarillas las constantes pérdidas de tiempo totalmente injustificadas de los de O Barco de Valdeorras; de esas que enervan al respetable, por no respetar a los sufridos espectadores, que se acercaban al Municipal de Bouzas en una noche de perros, fría y húmeda… o sea lo de dar espectáculo no es lo de ellos; pues a este paso los campos de la Tercera apellidada con el rimbombante 3ªRFEF, estarán cada vez más desiertas. Sin querer exagerar, es la Tercera que realmente es la Quinta, con menos calidad en el juego de los últimos 25 años y me quedo corto; y claro los espectadores nos premian con su ausencia cada vez mayor. Es lo que hay.

Y en medio de esta panorama desolador, llegaba en una contra el gol forastero de mano de Miguel Angel Duque. De Dios había subido a Aram con la clara intención de lograr la victoria que era mucho más sabrosona que una igualada… pero ya se sabe a veces un empate es un empate. Gol legal cuando restaban algo más de 20 minutos para el final, y un ataque desenfrenado de los rapidistas, con incorporación incluso de un tocado Alex Rey, que salía con el 7 habitual, pero que era realmente el 9 de la película. Y tras muchas micro-ocasiones, llegaba el gol del empate en el 90, de cabezazo espectacular de Alex Rey, que premiaba al único equipo que quiso jugar en el artificial de Bouzas… y sobre todo hacía justicia. Ahora a pensar en nuestra bestia negra particular, aún cuando vistan de verde: el Racing Villalbés de Don Manuel City… si logramos no perder será importante… si logramos los tres puntos sería como tener media promoción de ascenso en el bolsillo.

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